LANÚS 3 - 4 ATLÉTICO MINEIRO
Lanús cayó en el alargue contra el Atlético Mineiro y perdió la posibilidad de sumar una nueva Copa a su vitrina. El equipo del Melli fue mejor pero no pudo estampar en el marcador lo que hizo en la cancha. La suerte del campeón estuvo del lado de los brasileños.
"Me está matando", decía Guillermo en la intimidad del banco en referencia al trabajo del árbitro uruguayo Roberto Silvera, que a los cinco minutos ya le había sancionado un penal en contra por una mano (casual) de Víctor Ayala en el área. Penal que Tardelli, ese mismo que venía de vacunarlo en La Fortaleza, cambió por gol para que el Atlético Mineiro se pusiera 1-0 en el Mineirao y le metiera aún más dificultades al sueño de Lanús.
Pero si hay algo que demostró el equipo del Mellizo en estos años es que nunca se da por vencido. La pelea, bien o mal, pero la pelea hasta el final. Y en Brasil todavía quedaba muchísimo tiempo por delante... No es casualidad que el destino haya decidido que fuera el paraguayo Ayala quien marcara el empate. Tampoco que Silva haya vuelto al gol después de siete partidos. Menos aún que el Laucha Acosta fuera quien estirara la definición al alargue en el último minuto del adicionado empujando la pelota al fondo de la red con un planchazo digno de tarjeta.
Estaba todo dado para que Lanús hiciera historia. Para que Guillermo escribiera otra página dorada en su jóven currículum. Para que en la noche de la zona sur del conurbano bonaerense hubiera festejos hasta el amanecer. Pero ese mismo destino que había hecho todo a favor del Grana le jugó una mala pasada en el tiempo suplementario, cuando un centro de Luan se desvió en el pecho de Gómez Portillo y se metió en el arco de Marchesín, de impecable tarea, que, descolocado, nada pudo hacer para evitar lo que a esa altura ya era inevitable. Fue el principio del fin de Lanús, que a partir de ese momento se convirtió en un manojo de nervios. El gol de Ayala, también en contra, y la expulsión del Laucha Acosta dejan al desnudo la impotencia y la desesperación con la que el Grana terminó el partido.
Desde el resultadismo, Lanús perdió una gran oportunidad de sumar una nueva Copa a su vitrina; desde lo futbolístico, demostró que sigue transitando el camino correcto, ese que tomó a partir de la llegada de Guillermo y que pagó con una Sudamericana. Este miércoles el destino le quitó la posibilidad de levantar la Recopa, pero el andar del equipo permite avizorar un futuro promisorio. Ganando o perdiendo, siempre con la frente en alto.
Fuente: Diario Olé
Foto: Diario Olé
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