Los jugadores se bajaron del micro por falta de pago y luego decidieron viajar a las 2 de la mañana de Oruro a Cochabamba para de allí tomar el avión a Buenos Aires. Clausen resolvió dirigir al equipo tras muchas idas y vueltas.
Mientras River le prende todas las velas a los suplentes de Tigres para que no pierdan con Juan Aurich, este miércoles en Chiclayo, el rival del equipo del Muñeco, San José, vive en una situación caótica. Durante buena parte de la jornada del lunes estuvo en duda el viaje del plantel a Buenos Aires. Incluso, el técnico Néstor Clausen dudó en seguir en el cargo.
Clausen había renunció porque algunos jugadores se presentaron sin descansar y sin comer al partido del sábado con el Blooming, ya que esperaban cobrar dos meses de sueldos atrasados y se quedaron hasta poco antes del juego en la sede del club. Sin embargo, después resolvió continuar y le pidió a la dirigencia que admita el error que habían cometido, en una conferencia de prensa. Eso pasó y el presidente del club, Freddy Fernández, ratificó que el Negro continuaba en el cargo.
El presidente del gremio de los jugadores iba a ser la garantía: recibiría el cheque con el monto del dinero adeudado. Sin embargo, ya en el micro para viajar de Oruro a Cochabamba y de allí tomar la combinación de aviones a Buenos Aires, el plantel se bajó porque la plata no estaba y quedó todo en duda. "No sé si dirijo contra River", le dijo Clausen a Olé a las 18.30.
Sin embargo, la situación se arregló y cerca de las 22.00 el entrenador le informó a Olé que a las 2.00 de la mañana se tomarían el micro. Es decir, los futbolistas no descansarán y llegarán cerca de las 17 a Buenos Aires, con las combinaciones de vuelo.
"Los jugadores van a llegar sin descanso. Es dar mucha ventaja", agregó Clausen.
El argentino había dicho: "No quiero comerme una goleada". Pero la realidad es que el rival de River da muchas ventajas.
Fuente: Diario Olé.
0 comentarios :
Publicar un comentario