Sobre el cierre de la primera parte, Fernando Gago tuvo que ser reemplazado luego de disputar una pelota con Alario. ¿El diagnóstico? Otra vez rotura del telón de aquiles, la misma lesión que sufrió en el Superclásico del 2015 en el Monumental. Ahora deberá estar entre cinco y siete meses fuera de las canchas. Una baja sensible para Guillermo.
Según el parte médico oficial divulgado esta noche por el médico del plantel boquense, Gago sufrió la “ruptura insercional del tendón de Aquiles y del injerto del tendón del flexor propio del hallux del tobillo izquierdo utilizado en la cirugía previa. Se efectuó RMN (resonancia magnética) y será intervenido en el transcurso de la semana. Tiempo de rehabilitación estimado entre seis y siete meses“.
El jugador se retiró del estadio Xeneize en muletas y llorando, luego de no poder completar el partido entre Boca y River por una lesión, que es la misma que sufrió en el Superclásico disputado en el estadio Monumental el 13 de septiembre del año pasado.
En aquella oportunidad, el mediocampista se lastimó el tendón de Aquiles a los 24 segundos de juego y, de entrada, hoy el cuerpo médico de Boca informó que la zona afectada es la misma.
Por eso inmediatamente la dirigencia se puso en contacto con los abogados de la institución para que se hundan aún más en el reglamento de la Conmebol, con el fin de encontrar un resquicio que les permita incorporar un jugador sorteando algunos requisitos como que “debe ser argentino y no haber jugado en esta Copa Libertadores”.
La búsqueda se inició en realidad la semana anterior por la lesión del otro volante central al que el técnico Guillermo Barros Schelotto estaba probando como titular, Andrés Cubas, con una severa afección en el ligamento deltoide del tobillo derecho que le impedirá volver a las canchas por los próximos tres meses.
De esta manera y más allá del también lesionado Rodrigo Bentancur, que no es precisamente volante central, el jugador con el que cuenta el Mellizo para esa posición es Cristian Erbes, que no es titular hoy en día porque, entre otras razones, viene de un largo período de recuperación de una tendinitis de rodilla izquierda por la que incluso debió ser tratado en los Estados Unidos.
De hecho durante la semana anterior sonó fuerte la posibilidad de que el experimentado Rodrigo Braña pudiera sumarse al plantel boquense, ya que entre los requisitos que debe tener un futbolista para incorporarse a otro club a mitad de temporada está el de quedar libre por falta de pago en su institución, y el Chapu, como el resto de sus compañeros, tiene un retraso salarial de cuatro meses en el Cervecero y está en condiciones de solicitar la rescisión de su contrato, aunque en principio no es esa su intención.
Fuente Télam
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