Fue 1-1, en Mar del Plata; goles de Licht y Carrillo
Entre saltos y cantos de los hinchas de Estudiantes y Gimnasia LP, el primer capítulo de la Copa Amistad quedó sin un ganador y el 1 a 1 dejó el desenlace abierto hasta el desquite del domingo que viene, en este mismo escenario. Podía entenderse el estoicismo de los 20.000 espectadores que estaban en las tribunas, que esperaban en vano que alguna jugada o al menos un futbolista justificase haber pagado una entrada. Nada. Uno y otro se sintieron hechos y satisfechos al haber rescatado un punto ante el rival de toda la vida. Transmitieron impotencia y desazón por haber jugado tan mal.
En pocos minutos, la táctica de esperar y salir rápido de Gimnasia encontró mal parado a Estudiantes. Se mostró sagaz en sus movimientos cuando debió lastimar de contraataque. Omar Pouso cortó, estuvo rápido y se mostró preciso para abrir para Erik Correa, que lanzó un remate que Rulli no pudo controlar. Y en la acción siguiente, el arquero le cometió penal a Licht, que aparecía de arremetida. Carlos Maglio sancionó penal y Licht abrió el marcador.
La distracción de los jugadores de Estudiantes y la concentración de los del Lobo marcaron la diferencia durante todo el primer tiempo. Mientras el equipo dirigido por Mauricio Pellegrino se excedió en la búsqueda a través de los pelotazos, su oponente fue más incisivo. Gimnasia salió a pelear el medio campo con sus volantes, que no dejaron mover a los conductores de Estudiantes (Román Martínez y Joaquín Correa). Despliegue y velocidad, los atributos de un medio campo del Lobo que lideraron Facundo Mussis -el más destacado- y Pouso (tuvo que ser reemplazado por lesión). En el Pincha, ni Jara ni Carrillo pudieron conectarse con su equipo; incluso, Román Martínez estuvo siempre bien contenido y Carlos Auzqui insinuó más de lo que concretó.
Fue un partido con un nivel burdo, propiciado en partes iguales por ambos, pero que en el comienzo del segundo tiempo volvió a tener emoción. Es que de un cabezazo de Leandro Desábato apareció la mano de Juan Carlos Blengio y Maglio cobró penal. Guido Carrillo empató con un remate certero ante Monetti.
Pasaron cosas para lamentar y fue cuando los hinchas del Lobo mostraron una bandera de Estudiantes que paralizó el clásico por unos minutos. El encuentro continuó, pero no apareció el juego. Sí algo ridículo y fue cuando Maglio le dio la tarjeta amarilla al cuarto árbitro como advertencia de que la pierna fuerte iba a ser castigada con la roja directa. Y lo sufrió el ingresado Damonte en la primera patada que pegó... Al fin, para saber de emociones, más vale esperar lo que ocurra el próximo domingo
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