martes, 4 de marzo de 2014

A 100 días de Brasil 2014


El 12 de junio, con el encuentro entre Brasil y Croacia en San Pablo, comenzará oficialmente el Mundial de Brasil. A cien días de la máxima cita del fútbol, te contamos como están las obras, la seguridad, los posibles conflictos sociales y que dicen las máximas autoridades de FIFA.



La FIFA pretendía que los doce estadios estuviesen listos antes del 31 de diciembre de 2013, pero cuatro de ellos (Curitiba, Sao Paulo, Cuiabá y Manaos) todavía no están terminados o si lo están aun no fueron aprobados.

El estadio de Curitiba estuvo a punto de dejar de ser sede, aunque FIFA decidió darle un margen hasta el 15 de mayo, por lo que será nuevamente supervisado solo un mes antes del Mundial.

Cuando peleó para ser elegido como sede de la Copa del Mundo, Brasil buscaba mostrar al mundo que efectivamente se había convertido en una potencia emergente y que no tenía nada que envidiarle a las organizaciones europeas.

Pero en medio de atrasos en las construcciones de los estadios, incluyendo muertos en las obras, promesas incumplidas sobre grandes cambios de infraestructura en las ciudades que serán sede y la perspectiva de masivas manifestaciones como las que ocurrieron en la Copa Confederaciones de junio de 2013, el Mundial se ha convertido en un arma de doble filo para el gobierno, temiendo no cumplir con las expectativas.

En un hecho sin precedentes en la historia de los mundiales, los barrios pobres de Río de Janeiro, en las reconocidas Favelas, ofrecerán desde junio algunas de las mejores vistas de la ciudad y alojamiento accesible.

Los residentes de muchas favelas decidieron abrir las puertas de sus casas a los turistas para alquilar camas, habitaciones o incluso casas enteras, y comenzaron la construcción de albergues juveniles.

Justamente, esto es posible gracias al gran crecimiento económico que tuvo Brasil en los últimos quince años. Hoy, lo que en Argentina conocemos como villas, están urbanizadas y cuyos habitantes poseen acceso a los mismos recursos que cualquier ciudadano, incluida la educación, actividad deportiva y transporte, entre otras cosas.

Mientras tanto, el presidente de FIFA, Joseph Blatter, se manifestó y volvió a dar un guiño de confianza a la gestión brasileña.

“Debemos hacer algunas correcciones pero finalmente el 12 de junio en el estado de San Pablo será un fuego, un gran fuego de fútbol, especialmente por una paloma blanca que va a partir en el cielo para anunciar que el fútbol es para la paz, especialmente para el Fair Play y el respeto”, expresó el máximo dirigente del fútbol mundial.

Y agregó: “El país es especial porque allí el fútbol es parte de la vida, una filosofía de vida. El fútbol fue organizado en Inglaterra pero los futbolistas más grandes, los artistas, los que manejan la pelota como ningún otro son brasileños”.

La aparición de Blatter no fue casual, a cien días del Mundial. Lo hizo para despejar todo tipo de dudas acerca de la infraestructura y seguridad del evento, aunque la realidad marque otra cosa.

“Ya estamos preparados”, concluyó el hombre fuerte de la FIFA.

Aunque por otra parte, el Secretario General, Jerome Valcke, asumió que faltan tres estadios por entregar pero cree que “no habrá problemas”.

Además, insistió en que hay que acelerar la “instalación de la infraestructura de tecnología de la información necesaria, que toma unos noventa días y asegura la transmisión de imágenes de los 64 juegos para miles de millones de personas”.

Según el secretario de la FIFA, los estadios costaron unos ocho mil millones de reales (unos 3.411 millones de dólares), mientras que la educación y la salud recibieron desde 2007 unos 700.000 millones de reales (unos 298.507 millones de dólares).

Recordó, igualmente, que la inversión para el Mundial fue a través de un crédito del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) “con préstamos que serán íntegralmente pagados, con corrección de intereses, por los operadores de los estadio”. Este dato es lo que genera mayor descontento social en las clases trabajadoras de Brasil.

Lo cierto es que el Mundial ya se palpita pero las obras no están terminadas. Las palabras de los máximos referentes de FIFA, uno de los organismos con mayor poder en el mundo, aseguran que todo va por buen camino. Si ellos lo dicen, habrá que prepararse para disfrutar.


Fuente: Fútbol Para Todos

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