domingo, 30 de marzo de 2014

Quilmes amargó a Newell´s

NEWELL´S 1 - QUILMES 1
Newell's ganaba bien en Rosario gracias al inoxidable David Trezeguet, pero cuando el partido se moría el Chaqueño Ríos metió un cabezazo letal y puso el empate definitivo. Quilmes se llevó un puntazo del Coloso. ¡Tomate un chopp, Richard!



Ir por todo. Esa es la idea de Alfredo Berti. Sin embargo, no siempre da buenos resultados...

Enfrentar a un rival como Quilmes implica un desgaste físico notable. El Cervecero se está jugando su plaza en Primera y, consecuentemente, deja hasta la última gota de sudor en cada pelota. Por eso, seguramente, Berti haya decidido priorizar lo físico por sobre lo futbolístico. Y estuvo a punto de quedarse con la gloria.

Hasta tres cuartos de cancha Newell's hizo todo bien. De hecho el mediocampo fue simplemente una zona de paso. Tanto, que Orzán y Banega, en menor medida, terminaron varias veces wings. El problema fue que sin Trezeguet (estuvo en el banco) a Newell's no sólo le faltó profundidad sino también un 9 que sepa pivotear.

Tanto Muñoz como Ponce buscaron el hueco para ganar en velocidad, a diferencia de lo que hace habitualmente el francés. Entonces Banega intentaba el pase profundo, Figueroa quería eludirse a todos y los ataques de Newell's se morían antes de llegar al arco. Fueron pocas las veces que le llegó con peligrosidad a Dulcich: las mejores fueron una que le quedó a Ponce y que le pifió a la pelota y un remate de Castro, ya en el segundo tiempo, que se desvió y pegó en el palo.

Cierto es que Quilmes no le propuso un cambio de roles: fue a Rosario a buscar el empate, el puntito salvador, y se paró claramente de contra. Apenas le generó una situación de gol, muy peligrosa, que no terminó adentro porque Boghossian llegó comprometido y no pudo darle la dirección deseada al empujar la pelota. Ni siquiera el ingreso de Caneo (Caruso eligió tenerlo como alternativa pensando en el martes) pudo cambiar la historia.

Todo esto, claro, hasta que Berti decidió mandar a la cancha a Trezeguet. Ahí, a Quilmes se le fue todo al demonio. Porque un goleador de raza como David (lo ovacionaron cuando entró) siempre encuentra lugar, siempre tiene una, y pocas veces falla. Y este sábado no era una de esas pocas veces...

Daba la sensación de que la ventaja iba a ser irreversible. Pero el fútbol, se sabe, es caprichoso: cuando el partido se moría, el chaqueño Ríos metió un cabezazo letal y puso el sorpresivo 1-1 de Quilmes, que se terminó llevando lo que fue a buscar: el empate. Cerveza y media.

LOS GOLES DEL PARTIDO




Fuente: Diario Olé.

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