Francia espera por Nigeria

En una Copa con pocos europeos, Griezmann le tiene fe a su Francia, que hoy va ante Nigeria. “Es difícil. Si complicó a Argentina...”, dijo.

Le tocó ser volante punzante, con gol, de la selección francesa, aunque tranquilamente pudo haber sido protagonista de alguna serie teen de la televisión argentina, digamos, de un Verano del 98... Antoine Griezmann es menudito, pelo corto, lookeado con pequeña y prolija cresta, rubiecito de ojos claros. Una manteca, diría algún filósofo televisivo. Sin embargo, juega -y muy bien- al fútbol. Lo suyo no parecía ser el deporte. Como tantos otros casos, los clubes no lo querían porque su físico no acompañaba. Hasta que un día, un ojeador de la Real Sociedad lo vio con la pelotita y se lo llevó lejos, con 13 años, para las Infantiles del club de San Sebastián. Y así, de a poco, fue creciendo. Con los vascos y con Les Bleus. Juveniles desde la Sub 19 y en la Mayor desde este año, para convertirse en el niño bonito de Didier Deschamps, que gracias al 0-0 ante Ecuador, aseguró el primer lugar del grupo y zafó de cruzarse con la Argentina.

Fuente: Diario Olé