lunes, 30 de junio de 2014

Un choque con historia

Europeos y africanos se medirán este lunes, por octavos de final. El recuerdo del Mundial de 1982 todavía vive en los memoriosos y estará presente en Porto Alegre.
Alemania y Argelia se cruzarán este lunes, en Porto Alegre, en un duelo inesperado de octavos de final del Mundial de Brasil 2014, en un duelo que, al margen del amplio favoritismo que gozan los alemanes, tiene detrás una particularidad poco conocida: será el tercer duelo entre ambos y los germanos perdieron los dos juegos en que enfrentaron a los norafricanos.

En 1982, durante la disputa del Mundial de España, los argelinos inscribieron uno de los resultados más sorpresivos de la historia de los mundiales, al vencer 2-1 en Gijón, en partido debut de los teutones, que a la postre fueron finalistas del certamen con Italia.

En la previa de aquel encuentro, el arquero alemán Tony Schumacher tuvo un recordado exceso de confianza que se tradujo en un desafiante: "Si le hacemos menos de ocho a Argelia, me vuelvo a mi país". 

"Si le hacemos menos de ocho a Argelia, me vuelvo a mi país". 

No hace falta decir que el guardavallas no cumplió su promesa ni abrió más la boca en ese torneo, mucho menos después que en la semifinal protagonizara un durísimo incidente con el francés Patrick Batiston, que terminó con este internado.

La “revancha” alemana llegó pocos días después en uno de los episodios más bochornosos vividos en las Copas del Mundo. Los africanos cayeron luego ante Austria 2-0 y vencieron 3-2 a Chile y quedaron con cuatro puntos como provisorios líderes de grupo.

El tema es que ya con resultado puesto, el cierre de la zona estaba a cargo de alemanes y austríacos y si los germanos ganaban podían forzar un triple empate. Eso sí, Alemania debía ganar 1-0 ó 2-0 para que los dos europeos pasasen de fase.

Nadie pensaba en un acuerdo en vista de la abierta rivalidad entre vecinos, pero ni bien Horst Hrubesch puso el 1-0 a los 12 minutos, el partido se acabó.

Fue un largo bostezo de dos equipos que sólo jugaron a que pase el tiempo, lo que motivó al público español a sacar a relucir sus pañuelos blancos, un gesto taurino utilizado en España cuando el toro no es bravío y se pide su salida del terreno.


Aquel partido
Argelia, que llegó como Cenicienta al torneo, en realidad conformaba un más que interesante equipo de fútbol, con un par de figuras rutilantes: el volante Lakhdar Belloumi y el delantero Rabah Madjer, quien luego sería uno de los máximos ídolos del Porto de Portugal.

Precisamente éste abrió el marcador a los siete minutos del segundo tiempo, pero a los 22m igualó Karl Heinz Rummenigge para los alemanes.

Sin embargo, cuando se esperaba que los europeos impongan su favoritismo, fue otra vez Argelia la que se puso adelante cuando 58 segundos más tarde Belloumi empujó a la red un desborde del hábil Salah Assad. Al final, el 2-1 no volvió a modificar y Argelia fue tapa de los diarios del mundo.

Y no era la primera vez que lo conseguía. En 1964, en un amistoso disputado en Argel, capital del país africano, los Zorros del Desierto ya habían anunciado que se convertirían en la piedra del zapato de los germanos, al vencerlos 2-0, en un amistoso disputado el primer día del año.

¿Tendrá Argelia resto para conseguirlo por tercera vez?



Fuente: MundoD

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