domingo, 10 de agosto de 2014

Argentina aplastó a México

ARGENTINA 96 - 71 MÉXICO
Argentina no permitió equivalencias ante el desgastado seleccionado mexicano y lo aplastó por 96 a 71, en Tecnópolis. De esta manera, se quedó con el Tres Naciones. El lunes, último amistoso en el país, en Bahía Blanca.


Argentina derrotó con claridad y contundencia a México por 96 a 71 y se adueñó del Tres Naciones, en Tecnópolis. Nuevamente mostró buenas alternativas en ataque (seis jugadores con diez o más puntos) y compromiso defensivo. El lunes, disputará su último amistoso en el país, en Bahía Blanca, ante la Selección que disputó el Sudamericano en Isla Margarita. Y el jueves por la mañana, la delegación definitiva partirá rumbo a Belgrado, Serbia.

El equipo de Julio Lamas arrancó muy apagado, con limitaciones ofensivas y muy displicente en defensa (sobre todo Nocioni). En ese tramo, Cruz aportó 14 puntos y le permitió a la visita establecer ventajas iniciales (máxima de 12 al inicio del segundo cuarto, 31-19). La reacción tardó en llegar. Y nuevamente la lideró Facundo Campazzo (siete asistencias). El base cordobés repartió juego y al conjunto argentino se le abrió el aro (triples de Safar, Gutiérrez, Hermann). Con eso bastó para emparejar la historia y poner equilibrio en el juego.

Tras el descanso, los mexicanos, sin su figura Gustavo Ayón y recién llegados de la final del Centrobasket (donde se consagraron), cargando mucho al rebote ofensivo y con orden defensivo volvieron a tomar el control del partido. Pero fue un tramo nomás. Porque Argentina aprovechó el desgaste y la extensa rotación para resolver la dificultad temporal (buen ingreso de Nico Richotti). Colectivamente, el local siempre mostró mayores variantes y jerarquía. Tal vez por eso no sorprendió que se fuera al último chico con una ventaja de seis (67-61), que pudo haber sido aún mayor.

Para los últimos diez minutos, Lamas guardó inicialmente a todas sus figuras (Prigioni, Nocioni, Scola) y apostó por una doble base picante conformada por Campazzo y Laprovittola. Entre ambos, ajustaron la primera línea defensiva y rompieron el partido con resaltable intensidad (¿utilizará esta variante el DT en España?). México, ya sin piernas, tiró la toalla y se entregó a la fiesta local. Fiesta que se cerró con una hermosa volcada de Giogetti, de espaldas. Como para que la alegría sea completa.

Fuente: Diario Olé
Foto: Diario Olé

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