Rockets sigue con vida

ROCKETS 128 - WARRIORS 115

Houston jugó con urgencia, aprovechó un flojo partido de los Warriors y una salida temporal de Curry tras un durísimo golpe, y evitó la barrida. Con un genial Harden (45 puntos), los Rockets ganaron 128-115 en casa y descontaron en la final del Oeste (1-3). Prigioni sumó 3 puntos en 17 minutos. El miércoles será el quinto.

No tenía otra Houston. Si quería evitar las vacaciones, debía salir a dar todo. Y ese sentido de urgencia que faltó en el tercer partido (terminó en paliza de los Warriors) sí estuvo presente en la noche del lunes. Los Rockets pegaron fuerte en el comienzo, aprovecharon un flojo partido del rival y la salida temporal de Curry y se quedaron con el cuarto partido de la serie. Fue 128-115 gracias a un partidazo de Harden (45 puntos). Así, el equipo de Prigioni descontó (1-3) en la final del Oeste y mantiene la ilusión de ser el primero en dar vuelta una desventaja de 0-3. El quinto será el miércoles, en Golden State.

Golden State entró más que dormido al partido. Sin intensidad y distraído en defensa, y con escasa circulación en ataque. Y claro, Houston le saltó al cuello y aprovechó todo. Su confianza se fue alimentando con cada conversión y los Warriors hicieron poco para evitar que los pasaran por arriba. Tal es así que los Rockets terminaron el primer cuarto con una enorme ventaja de 45-22, anotando un 77.3% de campo y un criminal 8-9 en triples, uno de ellos de Prigioni. Curry (11, tres bombas) fue el único en dar la cara por la visita.

Los Warriors largaron el segundo cuarto un poco mejor en defensa, pero adelante no lograron carburar, por lo que el dueño de casa se mantuvo cómodo hasta la acción que asustó a todos. A 5m52 del entretiempo, Stephen Curry intentó tapar a Ariza en una contra y pasó de largo tras la finta del alero de Houston. El resultado, una aparatosa caída del MVP, quien se golpeó la cabeza. Estuvo tirado un largo rato en el piso antes de salir por su cuenta al vestuario. Claro que perder a su estrella fue el despertador para Golden State, sobre todo para Klay Thompson, quien venía haciendo casi todo mal hasta que se prendió fuego: cuatro triples y 16 puntos para llegar a bajar la diferencia hasta 7, antes del bombazo de Terry que cerró el primer tiempo (69-59).

Green bancó el palo a palo para Golden State (78-69) hasta que a 5m58 del final del tercero volvió Curry después del golpazo. Eso pareció enojar a Harden, quien clavó 9 puntos (dos triples) para un parcial de 12-2 que volvió a alejar a los Rockets (90-71). Los Warriors contestaron con un parcial de 13-4 para arrimarse, pero Jones cerró con una volcada para traer tranquilidad (99-84).

Los de Steve Kerr prendieron el turbo en el inicio del último, clavaron un parcial de 11-3, con un triple de Barnes y dos de Thompson, y volvieron a limar a siete (102-95) a 9m27 del final, que luego fue de seis tras una bomba de Curry (104-98). Barbosa e Iguodala tuvieron dos intentos de tres puntos sin marca para recortar el margen todavía más, pero fallaron. Y Harden se los hizo pagar con siete puntos seguidos para tomar aire (111-98 a 6m39). Golden State trató de arrimarse cortando el ritmo con el hack-a-Smith, pero no dio tanto resultado. Y la Barba lo coronó con un nuevo bombazo a 1m42 del cierre (121-110).

Harden se recuperó de su mal juego 3 con un partidazo: 45 puntos (6-11 dobles, 7-11 triples, 12-13 libres), 9 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y 2 tapas en 40 minutos. El resto de los titulares texanos también anotó en doble dígito (Smith 20, Ariza 17, Howard 14 y 12 rebotes, y Terry 10). Además, Jones dio una mano desde el banco (14). ¿Prigioni? Tres tantos (1-1 triple), una asistencia y un robo en 17 minutos.

A Curry le costó volver tras el susto y terminó con 23 puntos (6-13 triples), 4 pases gol y un rebote en 31 minutos. Se lo vio claramente limitado y habrá que seguir de cerca su evolución de cara al próximo juego. Draymond Green (21 tantos, 15 recobres, 5 tapas y 4 asistencias) y Klay Thompson (24) fueron los mejores de los Warriors.

Por primera vez en la temporada, Houston se fue con una sonrisa ante Golden State. Ahora necesita repetir si quiere seguir soñando con las finales.

Fuente: Diario Olé.