martes, 15 de septiembre de 2015

Cambio en el partido indicado


Colón cambio su esquema táctico y tuvo sus réditos en el arco contrario. Unión y su evidente falta de juego desde hace unos partidos. Lee el articulo de opinión del clasico. 


Por Bernabé Busularo 


Pasaron 48 horas de clásico. Podría haber escrito esta columna el domingo a la noche o el lunes, pero preferí tomarme un par de días. ¿El motivo? Tal vez para estar más tranquilo y evitar esa vorágine que nos envuelve cuando se juegan los clásicos. Otro punto, puede ser, para analizar y sacar conclusiones más acertadas de lo que hizo tanto Colón como Unión. 

Aclaro que no modifica en nada mi visión del  encuentro el hecho de escribir una nota. Me gusta tomarme el tiempo necesario para tener las ideas lo más claras posibles. Solo eso. 
Toda la semana se habló y los propios protagonistas pusieron el foco en que estos partidos son aparte no importa cómo llega cada equipo. Y valla que quedo en evidencia. Colón jugo el mejor partido desde que esta Darío Franco. 

Pero para jugar ese gran encuentro el DT debió introducir varias modificaciones, sobre todo desde lo táctico y en lo que respecta la mitad de cancha. El “Sabalero” venia jugando con un 4-3-3; el domingo claramente jugo con un 4-4-1-1. La defensa prácticamente la misma, la ideal para Franco. El principal cambio estuvo en la mitad de cancha. Sabido era que Ballini y Poblete se iba a repartir el centro del campo; lo que era una incógnita era si Guanca y Sperduti actuarían de punteros o de volantes por sus carriles. Lo cierto fue la última afirmación, ambos jugaron a la altura de los volantes centrales. El motor de futbol, Alan Ruiz, jugo suelto y la referencia en el ataque fue el solitario Pablo Vegetti. 

Por el lado de Unión en la previa todo estaba más claro. Leonardo Madelón no anduvo con misterios y mando al campo su habitual 4-4-2. Hasta ahí todo normal, ahora yo me pregunto: ¿era necesario que sus dirigidos se planten tan atrás en la cancha? ¿Que tiren pelotazos todo el partido, sin darse la pelota entre sus compañeros? ¿Lo sorprendió su rival? ¿Dónde quedo aquel juego que destacábamos de este equipo? 

La clave del partido estuvo en la mitad de cancha. Aspecto que gano claramente el local. El trabajo de pressing que realizo, de ahogar constantemente sin dejar jugar a los volantes contrarios fue muy bueno. A esto hay que agregarle que Ruiz estaba encendido; no lo podían parar y cada vez que tuvo la pelota en sus pies hizo daño, ganándole las espaldas a los volantes centrales del Tateungue. Sumado a eso se conectó de buena manera con Guanca, que desequilibro por su costado durante el primer tiempo. Otro que tuvo una buena labor, silenciosa por cierto, fue Poblete capturando todos los rebotes y haciéndose eje en la salida del equipo. 

Como dice el Ingeniero Oscar Martínez, gran comentarista, “en el futbol lo que gana uno, lo pierde el otro el equipo”. Y si Colón gano la mitad de cancha fue porque hizo los méritos para que Unión la pierda. El visitante durante los 90 minutos no pudo hacer pie en el eje de cancha. Siempre absorbido por la propia medicina que le dio el “negro”. Digo propia medicina porque si hay algo que le destacábamos al equipo de la avenida es la gran presión que solía hacer para no dejar jugar. Sin embargo, como se dice en el barrio, “le comieron la mitad de cancha”. 

El doble 5 al que aposto Madelón no le dio dividendos. Ni Martínez, ni De Iriondo estuvieron finos con la pelota, muchos menos en la marca y fue por ahí donde Alan Ruiz saco el mayor rédito. Malcorra no entro demasiado en juego, pero su soberbia pegada es una clara excusa para tenerlo en cancha. De hecho casi paraliza 35 mil almas. El que más intento fue Villar. Consiguiendo algunas faltas, metiendo un par de pases filtrados y trato en un par de oportunidades de conectarse con los delanteros. 

Si hay algo que le faltó a Unión y que le viene faltando desde hace varios partidos es volumen de juego. Me animaría desde la derrota con Tigre que viene con poca generación de futbol, hasta el clásico, son 4 encuentros. A lo que apunto que no es un déficit solamente del último encuentro. 

En cuanto al juego el “Sabalero” fue el que más tuvo la pelota y por ende el que más intento en el partido. Con un planteo equilibrado que le permitió generar chances de gol como nunca antes las había tenido. Si bien el “Tatengue” también genero sus situaciones de gol, por la manera de encarar el partido, porque tuvo intenciones de ir siempre en busca del arco contrario el local debió quedarse con el triunfo. 

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