Barcelona presentó la maqueta de su futuro nuevo estadio, cuya construcción comenzaría a mediados del 2017, concluiría a fines de 2022 y en el que el club invertirá unos 420 millones de euros. Las obras no se pondrán en marcha hasta que la deuda del club, que asciende a 328 millones, no se reduzca por debajo de los 200.
Los 200 millones de euros que espera recaudar Barcelona por el nombre comercial, es un tercio del dinero que invertirá el club en toda la obra del Espai Barça, que es donde se integra la remodelación del Camp Nou, así como la construcción de un nuevo Palacio Blaugrana, un nuevo Miniestadio y la adecuación del entorno, cuyo costo total ascenderá a 600 millones de euros.
El presidente Josep María Bartomeu aseguró que el precio de los abonos de los socios “no se verá afectado” así como tampoco “se podrá en riesgo el proyecto deportivo”, y aún menos se venderá “un palmo del patrimonio del club”.
Los socios e hinchas podrán ver la maqueta (de unos 70 kilogramos de peso y construida en un mes por cerca 20 personas en Japón) en la sala París, junto al Camp Nou.
Fuente: Télam.
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