Hay promesa de un gran tenis. En la décima jornada de acción, el Abierto de Australia conoce a sus dos últimos semifinalistas. A primera hora, el español Rafael Nadal, actual Nº 1 del mundo, enfrenta al búlgaro Grigor Dimitrov (22º cabeza de serie) y el cierre lo protagonizan el suizo Roger Federer (6º) y el escocés Andy Murray (4º). Los ganadores se verán las caras en una semifinal.
Nadal viene de sufrir molestias por ampollas en la mano izquierda. Jugó vendado y mostró gestos de dolor. Ya explicó el zurdo de Manacor que debe continuar con protección en su mano hábil ya que, de lo contrario, lo dolerá más y le será imposible jugar cómodo.
El aguerrido mejor defensor del planeta está mostrando, desde su reaparición en 2013, tras siete meses inactivo por lesión, una propuesta más agresiva desde el fondo. Ya sabe lo que es festejar en el Melbourne Park, porque fue campeón en 2009. Y esta vez busca ser el primer hombre en conquistar al menos dos títulos en cada uno de los cuatro Majors, desde que lo hiciera el australiano Rod Laver en la década del '60.
El rival de Nadal en los cuartos de final es Dimitrov, quien llega en firme ascenso, en su mejor momento, con 22 años y mucho hambre de gloria. Se trata del espejo tenístico de Federer, quien lo idolatra e imita al suizo. Además, el búlgaro es conocido por ser el novio de la rusa Maria Sharapova.
Es un choque de opuestos en estilos de juego y en pergaminos, ya que Nadal acumula 13 coronas de Grand Slam en singles y Dimitrov disputa por primera vez los cuartos en un Major, en su primera vez en la segunda semana de un supertorneo.
Los duelos previos favorecen a Nadal por 3-0. En todos esos partidos se impuso el español en tres sets y tras haber perdido el segundo, por lo que debe estar muy atento.
El ganador jugará entonces en semi contra Federer, el récordman histórico en Grand Slam, con 17 títulos y hazañas varias, o bien Murray, el campeón vigente de Wimbledon, en un choque que surge electrizante.
Federer, con nueva raqueta de aro más grande y sin dolor de espalda, está muy afilado y pide pista apoyado en su tenis agresivo y ofensivo. Sabe que debe estar muy preciso con el saque y la derecha contra un Murray que defiende bárbaro, tiene también muchas variantes y es el finalista 2013 en Melbourne.
El helvético, de 32 años, viene de llegar a las 930 victorias como profesional, superando la tercera mejor marca, que tenía en su poder el argentino Guillermo Vilas. Ya obtuvo cuatro veces la corona del Abierto de Australia y la última data de 2010, por lo que apunta a seguir en gran nivel y poder concretar otra proeza con su sello distintivo.
Se trata de un encuentro que genera una enorme expectativa entre los fanáticos del mundo entero. Murray lidera el historial frente a Federer por 11-9, con ventaja de 3-1 del suizo en campeonatos de Grand Slam y empate 1-1 en Australia.
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