"Por suerte salió todo bien", escribió el tandilense en Facebook; más tarde se conoció el parte médico: "Se descubrió que el daño era peor"
Nieva en Rochester, una ciudad de aproximadamente 107 mil habitantes en el condado de Olmsted, en Minnesota. La temperatura en esa porción de los Estados Unidos es bajo cero. En una de las habitaciones de la prestigiosa Clínica Mayo, donde trabajan 2000 médicos y científicos, intenta descansar Juan Martín del Potro luego de una compleja cirugía en la muñeca izquierda que se extendió por dos horas. Ramiro, un amigo de Juan Martín desde la infancia, lo acompaña y ayuda. Una estampita con la imagen del Papa Francisco no se separa del tenista; es muy creyente y la conserva desde que visitó a Jorge Bergoglio en el Vaticano en mayo del año pasado. "Por suerte salió todo bien", es el mensaje que publica la mejor jugador albiceleste en su cuenta de la red social Facebook, acompañada por una fotografía con la mayor parte del brazo izquierdo vendado, todavía con evidentes signos de incomodad, y en compañía del doctor que lo operó, el estadounidense Richard Berger, y del entrenador que lo conduce desde 2008, Franco Davin. Para el actual número 8 del mundo significa el final de una lesión que lo perjudicó para golpear el revés de dos manos desde agosto de 2012; es el principio de las esperanzas, con el deseo de que esa pesadilla sólo sea parte del pasado y que el regreso sea con salud.
Las próximas semanas serán sumamente importantes; sucede que el proceso de recuperación será fundamental y todo deberá ser con suma prudencia y cuidado. Ocurre que la cirugía fue más compleja de lo esperado. "Se descubrió que el daño en los ligamentos de la muñeca era peor del que habían arrojado los estudios de imagen de alta resolución obtenidos antes. Aun así, la operación salió muy bien y como estaba prevista. Los ligamentos dañados fueron reparados y reforzados", indicó el parte médico oficial. Por el momento no existen precisiones sobre los plazos de regreso al ATP Tour y tampoco el grupo de trabajo del tenista quiere presionarse poniéndose metas cercanas, pero el tiempo de inactividad será prolongado, al menos unos seis meses.
No es un momento anímico sencillo el de Del Potro ni el de sus allegados, obviamente; tampoco lo fue hace cuatro años cuando debió operarse la muñeca derecha y sin embargo con el tiempo recuperó un lugar en la elite. Berger, el mismo especialista que lo trató en aquel momento, cosecha los mejores elogios de sus colegas, y ya les comunicó a Del Potro y a su equipo que seguirá su rehabilitación, incluso, más cerca que en 2010; hasta planea observarlo cuando empiece a hacer ejercicios de tenis para estudiar sus movimientos. Ello significa que después del alta, el jugador visitará los Estados Unidos en diferentes momentos, no solamente cuando tenga que quitarse los puntos.
"Teniendo en cuenta el grado de daño que se descubrió en la muñeca de Juan Martín, es asombroso que fuera capaz de jugar al tenis. Es el resultado de su pasión por el deporte, sus ganas de jugar bien y su fuerza lo que lo hizo capaz de durar tanto tiempo. Estoy ansioso por verlo jugar con todo su poderío otra vez", expresó Berger.
Durante el largo rato en el que Del Potro estuvo dormido después de la intervención quirúrgica (recibió anestesia total), el doctor le explicó a Davin los distintos pasos que se habían llevado a cabo en el quirófano. Cuando Del Potro despertó, Berger le transmitió calma.
Es pronto para analizar los próximos movimientos del ganador del US Open 2009. Por ahora, él, su amigo y Davin seguirán alojados en una suerte de complejo hotelero que ofrece la Clínica Mayo. Del Potro, en contacto telefónico constante con sus padres y su hermana, no sólo recibió decenas de llamados de sus amigos de Tandil, sino también los mejores deseos de muchos de sus colegas del circuito, como David Ferrer, Stanislas Wawrinka, Radek Stepanek y Juan Mónaco. También Kim Clijsters. Los próximos serán tiempos de un paso a paso diario, de paciencia y atención, con el anhelo de que el nuevo mal trago le deje lugar, de una buena vez, a un futuro saludable.
Fuente: Cancha Llena.
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