miércoles, 30 de abril de 2014

Por primera vez, cara a cara

Lejos de una conferencia escandalosa, el campeón habló bien de su oponente del sábado y de la Argentina. El Chino devolvió la gentileza y recordó a su familia.


A medida que se aceerca el gran día para Marcos Maidana y para el boxeo argentino crece la expectativa en Las Vegas y disminuye la gran ventaja que lleva Floyd Mayweather en las apuestas. Había comenzado con más de 10 a 1 en contra la posibilidad de su triunfo del santafesino. Según las planillas del casino del MGM Grand de ayer por cada dólar apostado por Maidana pagarán, eventualmente, seis. Y si antes se necesitaban apostar 12 para ganar uno, con Mayweather, ahora habrá que desembolsar 10. Son números, simplemente. Pero que explican la posición de gran favorito que tiene el invicto estadounidense. Todo el mundo lo sabe. También Maidana, claro. Pero él confía en el poder de sus puños para dar la gran sorpresa de los últimos años en el boxeo mundial.

Este miércoles se realizó la tradicional conferencia de prensa, tan grandilocuente como se estila en esta Meca del boxeo. Se realizó en el Hollywood Theatre que, como no podía ser de otra manera, está dentro del gigantesco hotel. Se eligió que fuera sólo de los protagonistas principales de la reunión del sábado, sus allegados, promotores y auspiciantes. El resto de los participantes se presentará este jueves. Todo fue muy serio y formal sin las provocaciones promocionales que se suelen dar en estos actos. La primera curiosiadad fue el aspecto de Maidana. Vestido con un traje negro brilloso, tipo esmoquin, con moño y sus infantables anteojos oscuros. Parecía un doctor. Si hasta la abundante prensa televisiva estadounidense lo destacó como el mejor vestido de la presentación. Mayweather, en cambio, estaba vestido informalmente con su clásica gorra de cuero marrón con visera. Detrás del panel dispuesto en el escenario se ubicó el espigado Bernard Hopkins, campeón mundial a los 49 años, como respaldo de la ceremonia. Habló primero Richard Shaffer y luego Lenar Erben, figuras principales de la Golden Boy, empresa promotora de Oscar de la Hoya, quien, aparentemente, fue desplazado en los últimos tiempos. Enseguida presentaron un cheque gigante de 15.000 dólares que Floyd donó para una fundación contra mujeres golpeadas. Se recuerda que él estuvo preso por violencia de género contra su mujer. Una forma de reivindicación.

A la hora de las palabras, Sebastián Contursi, asesor-conductor del Chino habló de la importancia para la "raza latina" que tiene esta presencia de Maidana, y lo repitió el propio boxeador. Habló con mucho respeto de Mayweather, pero sorprendió cuando dijo que le "agradecía a su familia y a su equipo y a nadie más por haber llegado hasta aquí. Porque esta oportunidad me la gané yo con mi esfuerzo". Luego, para despedirse lanzó una frase estudiada de tipo mexicano: "A mí me vale madre ese buey"; Y lo despidieron con aplausos. Mayweather habló largamente. Pero sin alardes descolocados. Elogió a la Argentina y a Maidana. "El es uno de los mejores pero el mejor de todos sigo siendo yo". Criticó a la prensa porque se ocupa de cuestiones de su vida privada y muy poco de sus virtudes como boxeador y pidió que vean la pelea del sábado "porque será por poco tiempo". No explicó si el combate iba a ser corto o corta su permanencia en el boxeo ahora que tiene 37 años. Posaron sin estridencias y se sometieron al aluvión de cámaras y entrevistas.

Foto: Olé
Fuente: Clarín

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