miércoles, 11 de marzo de 2015

Cristal dio el golpe en el Cilindro


RACING 1 - SPORTING CRISTAL 2
Zambrano cobró un penal inexistente que terminó siendo el tanto del triunfo de Sporting Cristal 2-1 ante Racing en el Cilindro. Lobatón metió un doblete y los de Cocca lo padecieron: esta derrota de la Academia, que sigue puntera, emparejó el Grupo 8.


No hubo justicia en Avellaneda. El árbitro Zambrano le dio un penal que no existió a Sporting Cristal y terminó siendo el gol del triunfo para los peruanos, que se vuelven con un triunfo 2-1 ante Racing, que, pese a la derrota, sigue siendo el líder del (ahora más parejo) Grupo 8.

Racing salió a buscar el partido con determinación. Pero esa determinación no la tenía cuando cruzaba tres cuartos de cancha. Le faltó volumen de juego ante un rival que sumaba gente en defensa. Lo más claro en la primera parte, un tiro de afuera de Aued. Después nada. Acuña y Camacho no tenían una buena noche y las bandas eran desaprovechadas. Bou estaba dispuesto pero le pelota no le llegaba allá lejos, debía retroceder demasiado para después salir rápido de contra. Y ésa era a lo que jugaba Racing: de contra, cuando en realidad podía haber pensado un poco más. El tema que ninguno puso la pausa y clarificó el panorama.

La respuesta a la presión del Cristal era el orden. Costó encontrar mal parado a Racing. Pero los peruanos aprovecharon una salida con dudas, robo de pelota, Lobatón se la puso al fondo a Avila, éste frenó y se la devolvió atrás y Lobatón definió para el 1-0. Los de Cocca fueron a buscar la igualdad y en una bocha parada aplicaron una jugada preparada que resultó con éxito: Bou amagó a patear, le dio un pase a Aued, éste tocó corto y de primera a Brian Fernández para que le rompiera el arco a Penny. Y en una jugada que parecía un centro pasado, el juez cobró un empujón de Grimi al Picante Pereyra (repetimos: no hay falta) y Lobatón, el dueño de la pelota en el Cilindro, metió el gol de la victoria.

Racing sufrió la ausencia de Diego Milito, quien lo vio en la platea, y Bou fue el que más lo extrañó. La paz que tenían los de Cocca se la llevó ese penal en el que falló el árbitro.


Fuente: Diario Olé.

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