¡Súper Boca!

BOCA 2 - PALESTINO 0

El equipo de Arruabarrena le ganó un partido chivísimo a Palestino para cerrar la fase de grupos con puntaje perfecto y empezar a palpitar el cruce de octavos contra River. Marín y Calleri hicieron los goles del Xeneize. Se viene un superclásico para el infarto.



Superclásico, Súper Boca. La Bombonera es una fiesta: el equipo del Vasco Arruabarrena acaba de ganarle un partido chivísimo a Palestino, cerrando la fase de grupos con puntaje perfecto (por primera vez en la historia) y decretando el cruce de octavos contra River. Pero llegar a esta punto no le fue fácil. Marín y Calleri rompieron el cero cuando el partido se moría. Pero a quién le importa: se viene el superclásico.

A Boca le costó más de la cuenta. Guede le planteó un partido complicado, de igual a igual, de ida y vuelta. Apostó al mano a mano en el fondo y le metió mucha gente arriba, provocando que ni Marín ni Monzón pudieran proyectarse. Entonces Boca quedó desnutrido en ataque. No fue el equipo que ancho que suele ser y prácticamente no le llegó en toda la primera parte.

De hecho pudo haberse ido en desventaja al entretiempo. No lo hizo porque Orion y Marín estuvieron iluminados y le ahogaron el grito a Palestino, que le generó dos situaciones al hilo. La primera de la mano de Riquelme -tapó Orion- y la segunda en el tiro de esquina posterior, donde Valencia la peinó y salvó milagrosamente Marín en la línea. Boca la pasaba mal y no le encontraba la vuelta.

El problema del equipo del Vasco estuvo en la mitad de la cancha, donde Cubas y Meli se encontraron con un Farías súper encedido, que, a puro corazón, se adueñó del círculo central sacándole a Boca mucho más que la tenencia de la pelota. Recién al minuto del complemento Meli pudo pisar el área, pero su remate se fue besando el palo. El apagón que detuvo el juego por ocho minutos le dio tiempo al Vasco de pensar alternativas. Y Gago fue el primero que se le cruzó por la cabeza. Pintita reapareció después de la lesión y demostró que está impecable. Su ingreso (y el de Castellani) le dieron a Boca el volúmen de juego que le estaba faltando, pero fue la entrada de Vadalá lo que terminó de imponer el dominio definitivo.

En poco más de 15 minutos Boca tuvo cinco situaciones netas de gol, de las cuales dos fueron adentro. Las primeras tres estuvieron en los pies de Vadalá: una fue al travesaño, una tapó el arquero y la otra se la sacaron en la línea. Increíble. Pero habría más, ya con más suerte para el Xeneize. Porque unos minutos más tarde Marín ganó en la altura y la mandó a guardar de cabeza para que la Bombonera estallara en un grito y el superclásico de Copa empezara a palpitarse. Ni hablar de lo que fue cuando Calleri metió el derechazo del 2-0...

En definitiva, Boca hizo lo que tenía que hacer: ganarle a Palestino y coronarse como el mejor equipo de la fase de grupos. Ahora es tiempo de mirar hacia lo que viene. Y en La Boca parecen estár más que preparados.

Fuente: Ole.