Di María, autor del agónico gol ante los suizos, destacó el esfuerzo del equipo y celebró el pase a cuartos: "Nunca nos desesperamos. La victoria era más que merecida". ¿Su gol? "Estaba con ganas de hacer uno. Y se me dio", dijo Fideo.
Era puro sufrimiento hasta que apareció Angel Di María. El zurdo vio cómo la recuperó Rodrigo Palacio, se abrió para recibir el pase de Lionel Messi y, sin parar la pelota, rompió la resistencia de Diego Benaglio, quien hasta ese momento parecía invencible. "Sabíamos que podía pasar esto, pero dejamos el alma dentro de la cancha y dimos la vida en cada pelota. Hicimos las cosas muy bien", celebró el autor del único tanto del partido.
Más allá de lo agónica que fue la victoria, Angel destacó la actuación del equipo a lo largo del partido ante los suizos. "Tuvimos muchas situaciones de gol. Nunca nos desesperamos. Supimos manejarlo. La victoria era más que merecida", señaló. Respecto al tanto, se descargó: "Estaba con ganas de hacer uno. Y se me dio. Esto es lo más grande". ¿Qué hay que hacer de acá al cruce de cuartos? "Hay que seguir de esta manera, dejando la vida. Hicimos un gran esfuerzo. Ahora tenemos cuatro días para descansar", suplicó el del Real Madrid.
Sobre el gol, agregó: "Leo venía con la pelota y es es el que decide a quien dársela. Yo la toqué al otro palo". Un dato de su conquista: es el gol más tardío de la historia de la Selección en un Mundial. Fue a los 117 minutos, y así superó al de Kempes frente a Holanda en la final del 78, que había sido a los 115.
"Creo que fue un buen partido en general. En el vestuario estuvimos viendo las estadísticas y tuvimos 29 tiros al arco, 22 de ellos en el área", agregó el Fideo.
Fuente: Diario Olé.
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